Entrevista al Padre José Clemente
Nuevo Administrador Parroquial de el Santuario San José del Ávila
Desde los 12 años comenzó ese chispazo
de ser sacerdote
En la Parroquia, San Benito donde
se ubica el Santuario San José del Ávila, estrenando la oficina de la
Administración Parroquial José Clemente se sienta en su cómoda silla dispuesto
a contar su historia. “Nací en Caracas, crecí y me crie en las minas de Baruta,
estudié en Colegio Lino Clemente en la Trinidad, de primero a cuarto grado y
luego de quinto grado a quinto año en el colegio Agustín Codazzi de la Florida.”
Mi familia siempre tuvo cercanía a
la iglesia
“Mis hermanos eran del coro parroquial
y mi mamá de la Legión de María, entonces evidentemente hijo de gato, caza
ratón. Desde los doce años, comenzó ya, digamos, ese primer chispazo
para ser sacerdote, mediante un sueño que yo tuve en el que estaba celebrando
misa, y desde allí estuvo dándole vueltas a mi cabeza. Posteriormente cuando
hago el quinto año, paralelamente hice lo que llamamos el centro vocacional,
que consiste en una serie de convivencias los fines de semana, para discernir
la vacación; en donde los padres deciden si uno ingresa al seminario o no, a
tal punto que yo me graduó de bachiller en julio del 97 y ya tres meses
después, en octubre, estoy entrando al seminario”.
Comenzó sus estudios sacerdotales
en el Seminario San José del Hatillo y allí realizó el propedéutico y los tres
primeros años de filosofía para la formación sacerdotal. Los últimos cuatro
años de estudio, los llevó a cabo en el anexo junto a la capilla del Seminario
Santa Rosa de Lima, actualmente, La Universidad Católica Santa Rosa.
¿Cómo fue su experiencia en el
Seminario Santa Rosa de Lima?
“En el seminario hay de todo,
gente muy buena y gente que te hace preguntarte ¿qué hacen allí? Pero bueno,
siempre el señor sabe orientar a las personas que están como desubicadas, esas
casi nunca llegan al orden sacerdotal”.
“Yo salgo del seminario en julio
del 2005, pero aun no fui ordenado, estuve un tiempo en la zona colonial de
petare y previo al sacerdocio, estuve en lo que se llama el diaconado que es de
seis meses a un año, entonces es cuando recibo el diaconado el 4 de marzo del
2006 y ya el orden sacerdotal, soy cura desde el 9 de diciembre del 2006”.
¿Será
qué si voy a aguantar, será que si voy a llegar?
“Mis hermanos incluso me echaban
broma, ellos han sido incondicionales conmigo, pero siempre tuvieron esa
espinita clavada tu no vas a llegar y llegue. Cuando uno
comienza un seminario y ve a los hermanos mayores que ya pasan varios años
allí, con aquellos estatus y todo lo que tiene que pasar para lograr ese
objetivo, pero uno se va dando cuenta de que el mismo tiempo y por supuesto
Dios va haciendo su obra, vas pasando retos, vas pasando retos, y te das cuenta
de que el tiempo ya paso y estas ya en las puertas de ordenación sacerdotal”.
Tuve compañeros a los que se les
hizo cuesta arriba.
“Yo la tuve fácil porque mis
padres siempre fueron cercanos a la iglesia, pero si tuve compañeros a los se
les hizo cuesta arriba, incluso siendo de tendencia católica, muchos estaban en
contra, tuve un compañero al que le dijeron: si te vas para el seminario te desheredo. Y él les dijo: bueno desherédame, pero yo me voy para
el seminario. Lamentablemente no se ordenó, pero, si avanzó bastante en el
seminario, aquel que no se ordena en el tiempo estipulado en el seminario nunca
es perdido, porque te enseña una disciplina que te marca para el resto de tu
vida”.
El comienzo de una nueva vida
“Estuve dos meses en petare
siendo sacerdote, de allí paso a Nuestra Señora de la Encarnación ubicado en el
Valle, allí estuve dos años y medio, luego estuve un año en el Carmen de Catia,
en la Av. Sucre. En estas tres parroquias hice lo que llamamos vicario
parroquial, es decir, ayudante del párroco. Ya como sacerdote principal en la
parroquia Plan de Manzano de la carretera vieja de la Guaira en el año 2010,
allí estuve cuatro años, luego pasé a Santo Domingo Sabio, en Coche, estuve
allí dos años y medio. ahora fui nombrado párroco San Benito”.
¿Cómo fue la transición de ser
párroco a administrador parroquial?
“No sé si dura sea
la palabra más adecuada, pero generalmente los párrocos cuando somos nombrados
para una parroquia la idea es que estemos seis años allí, yo apenas estuve dos
años y medios en coche; y aun así, el lazo afectivo que tuve con la comunidad
de ahí fue muy grande, tanto de mi hacia ellos como de ellos hacia mí, y que te
llamen y te digan mira yo lamento interrumpir tu tiempo en coche pero te
necesito en San Benito, sobre todo por la muerte de Luis Armando, pero sí, te
confieso que me dolió un poco y le dolió mucho a la gente. Ya ésta es mi sexta parroquia,
pero cada vez el traslado cuesta menos”.
Uno se formó para esto, para
estar donde uno hace falta en el momento que haga falta
“Mis expectativas son primero
conocer a la comunidad, cada sector tiene una dinámica diferente, aunque
sigamos a un solo Dios, aunque seamos miembros de una misma iglesia, el modo de
cómo se llevan las cosas en la parroquia, como se administra, las cuestiones
jurídicas, son completamente distintas. Es la primera vez que me toca dirigir
un colegio parroquial, jamás había tenido experiencia de este tipo, y lo
importante es yo amoldarme a ellos, no que ellos se amolden a mí, desarrollar
para lo que fui llamado, para pastorear a un pueblo”.
¿Cuáles valores considera que
deben ser primordiales dentro de la parroquia?
“Los valores que debe tener una
parroquia son honestidad, responsabilidad y espiritualidad. La receptividad ha sido muy buena, tanto el
día de la toma de posesión que fue apenas el domingo 29 de enero, la cantidad
de gente que hubo fue impresionante, también las personas del colegio están muy
abiertas a trabajar conmigo, por esa parte me siento contento y sé que se puede
hacer un buen trabajo, así que podemos hacer bonitas cosas aquí. El consejo que
siempre les doy a los jóvenes y a los niños es que amen a Dios, aléjense de los
vicios, y estudien mucho.
-Esta entrevista fue realizada por los prestadores de Servicio Comunitario de la Universidad Católica Santa Rosa (UCSAR) en la Casa Parroquial de la Parroquia San Benito-